Café Kafka estaría a medio camino entre el café literario y un bistró de Saint Germain. Ofrecemos refugio y buena mesa a pocos metros del Mercat del Born para ser una parte más de la Barcelona bohemia y cultural, mediterránea y vanguardista del siglo XXI. 

Por Café Kafka pasan desde viajeros curiosos hasta sibaritas urbanos. Nuestra diversa clientela es reflejo del estilo de vida de un barrio muchas veces comparado con el neoyorkino Soho o el parisino Le Marais. Lo que nos define es nuestro ambiente ecléctico con una pizca de ese algo caótico que seduce por su creatividad, por su calidez; algo que combina estupendamente con una iluminación íntima y la música de grandes referentes de la chanson francesa y la canzone italiana.

Para quienes vienen con apetito, Café Kafka ofrece además los mejores ingredientes. Sobre el mantel nos gusta poner platos de calidad elaborados con sencillez y una carta de vinos y licores escogida con criterio exquisito.

Inundada por el sol durante el día o envuelta en cálida penumbra durante la noche, la acogedora atmósfera de Café Kafka seduce con ecléctica creatividad y belleza. Respetando la estructura original del espacio histórico, a través de su amplia cristalera vemos el modernista edificio de hierro del Mercado del Born.

Una lámpara Sputnik de los años 50 con portalámparas multicolores que flotan sobre la sala; estantes repletos de clásicos literarios; altas sillas francesas de ratán bordeando una barra donde destaca el despliegue de lámparas, bombillas de carbono y globos multicolores; el suave terciopelo ocre, verde y rojo que tapiza los asientos vintage que hay colocados con estudiado desorden en el comedor y sus perímetros... Nuestro espacio está lleno de objetos recuperados de otras épocas con viejas historias que contar.

En Café Kafka seleccionamos a diario ingredientes frescos de proveedores locales. Nuestra cocina está basada en el respeto y la confianza que tenemos a nuestra materia prima e inspirada en lo que nos gusta, con algunos caprichos permisibles y recomendables.

La pasta es fresca y se cuece al dente. El marisco siempre llega vivo. El pescado y la carne son picados a cuchillo en la cocina para, por ejemplo, elaborar uno de nuestros platos más solicitados: el tartar de solomillo de ternera, de atún rojo o de salmón salvaje de Alaska.

Contamos con una selección de vinos que incluye grandes clásicos y cocteles que van desde los más creativos hasta los tradicionales de toda la vida. Licores y destilados, maltas, ginebras y el mejor cognac francés son servidos en la barra, que permanece abierta de jueves a sábado hasta las dos de la madrugada.